Nigel Burnett Hodd BSc, FCOptom, Dip.CLP.
El tratamiento Chromagen fue ideado
por el óptico David Harris, quien emprendió su
actividad de I+D en el Corneal Laser Centre de Clatterbridge.
En ese momento, el producto fue adquirido por el Ultralase clinic
de Chester que, desde entonces, lo autoriza. Recientemente,
Cantor & Nissel se ha convertido en el nuevo propietario
y único distribuidor de los productos Chromagen. En un
primer momento, las lentes de contacto Chromagen se usaban para
ayudar a pacientes con visión cromática deficiente.
El año pasado, David Harris publicó un artículo
sobre su trabajo con las lentes de contacto Chromagen en pacientes
con dislexia, y también ha indicado que las lentes Chromagen
podrían ser útiles para reducir la frecuencia
y la gravedad de la jaqueca.
Aunque el uso de los filtros en forma
de lentes de contacto supuso el empuje de ventas inicial, ahora
lo habitual es que los técnicos de Chromagen se planteen
la posibilidad de proporcionar los filtros en forma de gafas.
En concreto, es más probable que los filtros para dificultades
de aprendizaje específicas se suministren en forma de
gafas y no de lentes de contacto, ya que los pacientes son muchas
veces muy jóvenes, y los filtros solamente son necesarios
mientras el paciente lee o estudia.
Los filtros Chromagen están disponibles
en nueve colores y tres intensidades. Las lentes de contacto
están hechas de material Benz 55, y el parámetro
habitual es 8,60 x 14,50 con un centro tintado de 7 mm. Los
médicos que se planteen prescribir estas lentillas deben
asistir a un breve curso de formación para entender completamente
las técnicas y otros aspectos relacionados. No es una
tarea fácil, y es necesaria una hora, como mínimo,
para encontrar el filtro más adecuado para un paciente.
Tratamiento de la visión cromática deficiente
Los pacientes que quieran recibir tratamiento para la visión
cromática deficiente tienen que conservar los dos ojos
porque, en esencia, lo que hacemos es colocar un filtro de color
sobre el ojo no dominante mientras el paciente observa una pantalla
de color. El ojo dominante ve los colores de la misma forma
que siempre, pero la percepción de los colores por el
ojo no dominante cambia considerablemente. Da igual que el ojo
sea ambliópico o, incluso, divergente.
Los filtros están coloreados: violeta,
morado, naranja, amarillo, verde, ámbar, magenta, azul
claro y azul oscuro.
La búsqueda del filtro más adecuado, el que consigue
en mayor medida que aparezcan los colores en la pantalla, se
realiza por un sistema de ensayo y error. Puede que dos o tres
colores tengan el efecto de aumentar la gama de colores y hacer
que ciertos colores muestren fluorescencia.
Lentes Chromagen en forma de gafas
Una vez encontrado el filtro óptimo, se coloca en el
ojo una lente de contacto blanda adecuada. Hay tres intensidades
para elegir, y también se puede variar el diámetro
del tinte (5,6 ó 7 mm). (Naturalmente, no se debe colocar
una lente sin llevar a cabo una exploración completa
de los ojos y el proceder diagnóstico que corresponde).
Después, se deja al paciente durante varias
horas para estudiar su tolerancia a las lentes y observar de
qué forma contribuyen las lentes a mejorar la percepción
general de los colores y cómo reaccionan los ojos ante
la presencia de las lentes de contacto. Los pacientes suelen
volver muy entusiasmados, pero algunos de ellos notan una escasa
mejoría. Esta proporción, en esta fase del tratamiento,
suele ser de tres a uno a favor del tratamiento.
Entonces, se ofrece al paciente una lente de contacto
o bien se aplica una tinción en unas gafas. Con el fin
de ocultar el tinte de las gafas, las lentes son de espejo o
semiespejadas y parecen unas modernas gafas de sol. Estas gafas
son más adecuadas para llevar por la calle, mientras
que las lentes de contacto se pueden llevar en todo momento.
En la mayor parte de los casos, se utiliza una lente de contacto
sin curvatura correctora, y el paciente lleva sus gafas habituales
por encima.
Posteriormente, se llevan a cabo todos los procedimientos
postratamiento habituales y se cambian las lentes cada seis
meses. Algunos pacientes que normalmente usan gafas pueden aprovechar
la oportunidad para cambiarse a las lentes de contacto para
los dos ojos. Muchas veces, estos pacientes han evitado utilizarlas,
pero al usar las lentes Chromagen se dan cuenta de que el uso
de lentes de contacto es muy fácil y cómodo.
Filtros Chromagen
Funcionamiento
No hay dos personas con visión cromática deficiente
que sean exactamente iguales. Cada persona tiene un percepción
del color diferente. Sin embargo, en líneas generales,
la mayoría de los pacientes no perciben bien el color
rojo o los colores rojo/verde en una proporción de tres
a uno. Hay algunos pacientes que prácticamente presentan
una acromatopsia, normalmente por un problema en la mácula.
Hay pocas mujeres con visión cromática deficiente
(0,4%) aunque, cuando la tienen, sus defectos suelen ser más
intensos y complicados que los de los hombres (8%).
Yo se lo explico a mis pacientes de esta manera:
"Todos tenemos tres pigmentos de color en la retina: rojo,
verde y azul en la misma proporción. La gente con visión
cromática deficiente tiene un defecto en el rojo o el
verde o en los dos. También, al igual que ocurre en la
dislexia, es posible que el cerebro no interprete bien las señales
del rojo frente al verde. Teniendo esto en cuenta, ¿en
qué consiste el tratamiento Chromagen?
Cambiamos el nivel de los colores que llega al ojo no dominante.
Podríamos tener un 20% de rojo, un 30% de verde y un
50% de azul en el ojo dominante, pero un 50% de rojo, un 40%
de verde y sólo un 10% de azul en el ojo no dominante
con el filtro Chromagen colocado encima. El cerebro recibe dos
grupos de señales completamente diferentes, y la confusión
creada le permite al cerebro distinguir los colores que antes
parecían ser el mismo.
Como resultado, la gama de colores que percibe la persona con
deficiencia en la visión cromática se multiplica
por dos o por tres. Antes del tratamiento, la persona sana podría
ver unos 10.000 colores y la persona con deficiencias unos 2.000,
pero después del tratamiento esta persona puede llegar
a ver 6.000 colores. El tratamiento no proporciona una percepción
perfecta de los colores a las personas con problemas, pero sí
les proporciona más colores y les da una capacidad para
ver diferencias entre colores que antes no veían, además
de que pueden denominar los colores con mayor precisión.
Los pacientes sienten que son más normales y se muestran
muy ilusionados por su nueva capacidad para percibir colores.
Puntos clave del tratamiento de la visión cromática
1. Todos los tratamientos se realizan con un sistema de ensayo
y error. No hay normas fijas.
2. Se debe dar a los pacientes mucho tiempo para probar tintes
antes de que se comprometan a nada.
3. Es muy útil que el paciente pasee por un parque o
un centro comercial.
4. Es necesario que los pacientes conserven los dos ojos.
5. En el ojo con lentes tintadas se produce un descenso significativo
de la luminancia y de la agudeza visual. Los tintes Chromagen
están disponibles en tres intensidades. Normalmente,
se utiliza el filtro más oscuro para la prueba, pero
se proporciona un tinte más claro para el uso permanente.
6. El tamaño de la pupila es importante. El tinte suele
colocarse a diámetros de 5 mm, 6 mm, 7 mm o 9 mm.
7. Utilizar habitualmente lentes de contacto planas y unas gafas
como complemento. Pueden hacerse gafas con tintes incorporados,
pero pueden necesitar ser semiespejadas para ocultar la diferencia
con el tinte.
8. El tratamiento lleva tiempo y es caro.
9. No debe aplicarse el tratamiento Chromagen sólo para
superar una prueba de Ishihara.
10. Normalmente, sólo se necesita una lente para obtener
buenos resultados.
Pacientes con dificultades de aprendizaje específicas
o dislexia evolutiva
La utilización de filtros, normalmente en forma de gafas
tintadas o láminas coloreadas, para ayudar a personas
con dificultades para leer no es algo nuevo. Irlen, quien acuñó
la expresión "síndrome de sensibilidad escotópica",
ha comenzado a elaborar el perfil de la técnica y ha
llevado a cabo gran parte del trabajo inicial. Sin embargo,
fue Meares el que describió por primera vez el trastorno,
que se conoce desde 1980 como síndrome de Meares?Irlen
y que se caracteriza por una serie de síntomas, entre
ellos, la distorsión de la percepción del texto
y la mejora con el uso de tintes coloreados.
Una teoría que trata de explicar la distorsión
de la percepción observada en pacientes disléxicos
es la existencia de un deterioro fisiológico de las neuronas
del sistema magnocelular. Es posible que los filtros Chromagen
produzcan esas mejorías percibidas por los pacientes
al lograr que los sistemas magnocelular y parvocelular vuelvan
a funcionar sincronizadamente. (Véase el trabajo elaborado
por J. Stein et al.)
Una buena analogía consiste en imaginar dos aparatos
de fax comunicándose. Al principio, llevan a cabo un
protocolo de intercambio mediante el cual se sincronizan. Si
este proceso no se lleva a cabo correctamente, no se envía
el fax o es incomprensible. Los filtros espectrales parecen
sincronizar las transmisiones en las vías ópticas
centrales, de forma que la información distorsionada
se hace más clara. La naturaleza haploscópica
de Chromagen permite lograr un resultado muy afinado utilizando
un sencillo procedimiento diagnóstico. Esto es, los filtros
se recetan de forma independiente, por lo que pueden ser necesarios
varios tonos para cada uno. En los estudios clínicos,
el sistema Chromagen ha demostrado ser beneficioso para los
pacientes disléxicos que padecen una distorsión
de la percepción del texto que hace que les sea más
difícil leer. Algunas de estas distorsiones son que el
texto se vuelve borroso (lo que no puede ser corregido con la
refracción), que las palabras o letras se mueven, que
la página brilla, que las palabras se hunden en el fondo
blanco de la página, los patrones de visión y
los patrones formados por espacios entre las letras y las líneas
que interfieren en la lectura.
Aunque Chromagen es un tratamiento sintomático y no
se corrige el trastorno neurológico, en la mayoría
de los pacientes mejora la facilidad para leer.
La evaluación para seleccionar el filtro Chromagen correcto
para cada paciente se lleva a cabo de forma parecida a una consulta
Chromagen sobre visión cromática, salvo en que
el paciente estudia una página de letra negra sobre fondo
blanco. Es más probable que se prescriban lentes para
ambos ojos y, muchas veces, del mismo color.
En los pacientes con visión cromática deficiente
y dislexia puede ser más difícil determinar el
color correcto que hay que recetar. La experimentación
parece indicar que es posible que se consigan mejores resultados,
si se elige primero el filtro para la visión de los colores
y después el filtro más adecuado para la lectura.
Se utiliza la prueba de velocidad de lectura de Wilkins (Wilkins
rate of reading test) como medida objetiva de la mejoría
en la capacidad de lectura; sin embargo, esta prueba no mide
directamente la reducción de la distorsión, sino
que se basa en la conjetura de que un descenso de la distorsión
da lugar a un aumento inmediato en la velocidad de lectura.
A pesar de que un aumento significativo de la velocidad de
lectura con Chromagen es una buena prueba de que se produce
una verdadera mejoría en la facilidad para leer, es bastante
probable que se pueda eliminar por completo la distorsión
sin que se produzca un aumento inmediato en la velocidad de
lectura. Algunos pacientes están muy emocionados por
el aumento en la claridad del texto, pero no logran incrementos
significativos en la velocidad de lectura. Esto puede deberse
a los métodos para leer que les enseñaron o, simplemente,
al hecho de que tienen que adaptarse a la nueva forma de leer.
En las consultas de seguimiento, suele observarse con el tiempo
un aumento incremental en la velocidad de lectura, de forma
que un aumento pequeño al principio se traduce en uno
mucho mayor varias semanas o meses después. Hay que tener
esto en cuenta a la hora de tomar la decisión de prescribir
o no un filtro.
Estos seguimientos también revelan que el efecto parece
ser estable, por lo que no es necesario cambiar ninguna vez
el filtro Chromagen.
Una vez que un niño empieza a usar los filtros, va mejorando
continuamente a medida que los utiliza. También parece
que los niños leen mejor sin tener los filtros puestos,
pues su habilidad para leer mejora con la formación académica.
Evaluación
1. Examen optométrico completo para descartar un error
de refracción o un problema ortóptico como causa
de las dificultades. A menudo, los pacientes ya cuentan con
un diagnóstico oficial, pero resulta útil realizar
la prueba de dislexia de Bangor (Bangor Dyslexia Test) para
romper el hielo, conocer al paciente y hacerse una idea de los
problemas a los que uno se enfrenta.
2. Realizar un lectura de referencia con la prueba de velocidad
de lectura de Wilkins.
3. Determinar de la forma habitual cuál es el ojo no
dominante.
4. Dirigir la atención del paciente al texto que tiene
palabras colocadas de forma aleatoria y usar los filtros de
estudio delante del ojo no dominante para seleccionar el filtro
correcto para ese ojo.
Preguntar: ¿La letra es más clara y más
fácil de leer (y la distorsión es menor, si corresponde)
con o sin las lentes?
Ir restringiendo de la forma habitual las selecciones positivas
por medio de la elección obligatoria hasta que quede
una sola lente.
5. Después de poner delante del ojo no dominante la
lente seleccionada (ya sea con la mano o colocándola
en una montura para estudio) o colocar la lente en el ojo, repetir
el paso 3 con el ojo dominante. Parece que las lentes de contacto
con la saturación más baja dan los mejores resultados.
En torno a un 50% de los pacientes seleccionan el mismo color
para el ojo dominante que para el no dominante. Deberá
tenerse cuidado de que no realicen esta selección basándose
únicamente en el hecho de que se sienten mejor con el
mismo color y con su segunda elección.
Las diferencias pueden ser drásticas. En cualquier caso,
anote la lente de segunda elección.
6. Una vez seleccionado el filtro correcto, debe llevarse a
cabo otra vez la prueba de velocidad de lectura de Wilkins.
7. Repetir varias veces la prueba de Wilkins con y sin el filtro
colocado.
8. Llevar a cabo una lectura normal del texto que traiga el
paciente. Quite y ponga el filtro mientras el paciente está
leyendo. Observe las variaciones en su capacidad para leer.
Este método es especialmente útil para mostrar
el cambio a los padres inquietos. En concreto, los pacientes
vacilarán mucho menos y se trabarán menos veces
al leer palabras largas y tendrán más soltura
y seguridad.
Una variación de esta prueba consiste en realizar
dos lecturas: una lectura de referencia más larga y una
lectura con las lentes in situ. El autor da las siguientes recomendaciones
en caso de que se adopte este procedimiento:
1. Antes de comenzar con la evaluación Chromagen, el
paciente lee durante dos minutos, continuando en el párrafo
siguiente, si es necesario. Durante este tiempo, la persona
que realiza la prueba hace una anotación cada treinta
segundos en la hoja de calificaciones. De esta forma, se obtienen
cuatro resultados de velocidad de lectura, junto con la velocidad
media en 60 segundos.
2. Se repite el procedimiento con las lentes Chromagen puestas.
Este método le proporciona al médico una indicación
sobre el cambio en la velocidad de lectura, tanto total como
con el tiempo. (Algunos pacientes se cansan pronto, y si se
hace la prueba de esta forma, esto se nota claramente.)
Interpretación
La indicación más clara de que se produce una
mejoría en la facilidad para leer es un aumento significativo
en la velocidad de lectura.
Por desgracia, algunos pacientes se alegran por la reducción
de la distorsión, pero no consiguen un cambio significativo
en la velocidad de lectura. En algunos adultos y niños
mayores, esto ocurre porque les han enseñado métodos
de lectura que les obligan a leer a una velocidad determinada.
Así pues, deben adaptarse al uso de las lentes y aceptar
la mejoría. Si repiten la prueba sin pensar de forma
consciente en cada palabra por separado, el aumento en la velocidad
de lectura puede ser notable.
A veces, la única indicación de que se está
produciendo un efecto positivo proviene de los propios pacientes,
quienes señalan un claro descenso de la distorsión.
Si se produce esta situación, el médico (y los
padres, en su caso) deberá decidir si prescribe o no
las lentes, normalmente consultando al paciente.
En ocasiones, es útil dejar que el paciente esté
un tiempo solo, con las lentes puestas, para poder ver la diferencia
por sí mismo. (Esto equivale al paseo que dan los pacientes
con visión cromática deficiente para evaluar por
sí mismos el cambio experimentado con Chromagen).
Puntos clave del tratamiento de la dislexia
1. Muchos de estos pacientes tienen la autoestima muy baja.
Aunque esto es especialmente evidente en los niños, también
le suele ocurrir a los adultos, independientemente de sus logros
en la vida. Hay personas que necesitan ser tratadas con especial
delicadeza. A este tipo de pacientes no les suele gustar leer
en público, y los han tratado mal en el colegio y, a
veces, en el trabajo. La faceta psicológica es a veces
tan importante como la labor optométrica.
2. Dar tiempo al paciente y a sus padres para que cuenten su
caso.
3. Tratar de descubrir pistas en sus antecedentes que nos indiquen
de qué forma les podemos ayudar.
4. No prescribir gafas, a no ser que se crea que van a ayudar
al paciente, y hacerlo siempre de forma que el paciente recupere
el dinero, si no resultan útiles (que es lo más
justo).
5. Realizar una evaluación con láminas antes de
usar los filtros Chromagen. Puede que una lámina sea
notablemente útil. También es posible llevar a
cabo una colorimetría con el colorímetro intuitivo.
6. Usar las técnicas con el mayor rigor científico
posible. Haga la prueba de Bangor durante la primera consulta
y la prueba de velocidad de lectura de Wilkins durante los seguimientos.
7. Pedir a los pacientes que lleven material de lectura con
el que tengan dificultades y también muestras de textos
escritos por ellos. Muchas veces, los libros de texto de los
niños son una auténtica revelación.
8. Mantener una mentalidad abierta con respecto a lo que puede
ser más útil para el paciente. El autor del presente
artículo nunca deja de sorprenderse y emocionarse con
este tipo de pacientes. Esto es un proceso continuo de aprendizaje,
tanto para el paciente como para el médico.
Testimonios
Se pidió a tres pacientes que expresasen con palabras
lo que habían logrado con el uso de los filtros coloreados:
1. Láminas y gafas para la dislexia evolutiva
Este chico de 14 años vino a verme porque yo había
ayudado a su hermano disléxico con las lentes de contacto
Chromagen. "Soy un burro", me dijo. "Es verdad",
dijo su madre. "Siempre fue un inútil para los estudios".
Estaba muy desaventajado por su falta de seguridad en sí
mismo y por la falta de apoyo de su familia. Al igual que ocurre
con muchos disléxicos, a este niño no le faltaba
inteligencia, sino simplemente capacidad para leer.
El chico dijo lo siguiente: "Antes de usar ayudas para
leer, las palabras de los libros y del encerado eran como códigos
de barras, por lo que me resultaba difícil entender la
letra. Cuando usted me dio un filtro rosa para poner encima
de mis libros, me di cuenta de que las letras parecían
mucho más claras, o sea, que podía leer más
rápido y más correctamente. Pronto vi también
que era capaz de leer durante periodos más largos porque
me concentraba más.
Después de usar el filtro en forma de lámina
durante tres meses, más o menos, elegí unas gafas
del mismo tinte rosa. Las gafas de lectura tenían las
mismas ventajas que el filtro en forma de lámina, pero
las letras eran aún más claras que antes.
Los inconvenientes de las gafas son que, para un niño
de mi edad, que está en el instituto, el rosa es un color
un poco embarazoso, y si me olvido de las gafas cuando voy a
clase, me resulta difícil leer. Mi nivel de lectura mejoró
en sólo un mes el nivel equivalente a tres meses, y todos
en el colegio estaban asombrados.
Me gustaría darle las gracias otra vez por haberme ayudado
y por darme la oportunidad de mejorar mi aprendizaje".
2. Lentes de contacto Chromagen para dificultades específicas
del aprendizaje
Una estudiante de arte dramático vino a verme, porque
su padre había visto en Australia un programa por la
tele que hablaba del uso de las lentes de contacto Chromagen
para ayudar a la gente con dificultades para leer. Me localizó
por medio de Internet. La chica tenía serias dificultades
para leer y aprenderse los guiones, y además era incapaz
de coordinar sus actos encima del escenario por culpa del miedo
escénico que esto le provocaba. La utilización
de lentes Chromagen de color azul oscuro en los dos ojos, siendo
la lente del ojo no dominante un 10% más oscura, aproximadamente,
ha hecho aumentar su velocidad en la prueba de velocidad de
lectura de Wilkins de 120 a 144 palabras por minuto. Además,
su capacidad para retener palabras (habilidad para el aprendizaje)
ha aumentado de forma espectacular.
Esta chica contó lo siguiente:
1. Ahora me puedo concentrar bien.
2. Me centro mejor, tanto física como mentalmente.
3. Puedo seguir bien las líneas y ya no me salto palabras
ni líneas.
4. Ya no me pongo nerviosa cuando me piden que lea en voz alta.
5. Ya no me pongo nerviosa ni siento náuseas cuando leo
en voz alta y, cuando lo hago, me siento segura de mí
misma.
6. Me siento más segura de mí misma, en general,
y soy capaz de leer textos sin dificultades.
3. Las lentes de contacto Chromagen para la visión
cromática muy deficiente
Esta adolescente ha padecido acromatopsia durante toda su vida
y sólo podía ver algunos colores. Su experiencia
en el colegio había sido muy negativa, y la habían
amenazado con ponerla en una clase específica para retrasados
mentales. Afortunadamente, sus padres lucharon por ella, pero
ha sufrido el estigma de tener acromatopsia y, por lo tanto,
ser tonta. Lleva lentes blandas para la hipermetropía,
y la lente del ojo izquierdo tiene un tinte Chromagen de color
morado oscuro.
Esta chica dijo: Es difícil expresar con palabras la
transformación que han supuesto para mí las lentes.
Antes de usarlas, ¡tenía tantos problemas!