Esta es la explicación más frecuente dada por los padres y los profesores cuando el problema no está debidamente tratado, y equivocadamente, se diagnostica y/o etiqueta al niño.
Con lentes ChromaGen: ajustan y mejoran la transmisión de la imagen, mejorando la calidad de la información visual que llega al cerebro. Una de las primeras mejorías observables es en la autonomía y seguridad en uno mismo. Sus usuarios se vuelven más activos; más responsables y más autónomos a la hora de realizar esas tareas que antes las evitaban.
NINGUN NIÑO ES O NACE VAGO. Si la luz entrante lo hace con una frecuencia o velocidad inadecuada puede provocar alteraciones y distorsiones de la imagen que llega al cerebro y suponer un mayor esfuerzo a la persona por tener que releer más de una vez el texto (cuaderno, ordenador, pizarra); para evitar los destellos o deslumbramientos producidos por el blanco del papel o luz artificial o la luminiscencia de la pantalla del ordenador…
Esta distorsión de la imagen es la que puede estar en la base de las dificultades mencionadas y los esfuerzos “extras”, traducirse no solamente en cansancio, dolores de cabeza, migrañas, irritación ocular, etc., sino también en aburrir y evitar de dichas tareas.)
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