Enforcement Administration
La siguiente es una declaración reproducida textualmente en su totalidad por:
Sr. Gene R. Haislip,
Subadministrador adjunto
Oficina de Control de Fármacos
Departamento Estadounidense Antidroga
Departamento de Justicia de EE. UU.
Washington, DC
durante la ceremonia de clausura del Congreso sobre el
Uso de estimulantes para el tratamiento del TDAH
celebrada en San Antonio del 10 al 12 de diciembre de 1996
Hoy hemos finalizado un congreso nacional de expertos en los campos de la investigación, la medicina, la salud pública y el derecho que ha reunido el Departamento Estadounidense Antidroga (DEA) para debatir los temas referentes al hecho de recetar estimulantes a niños y niñas en edad escolar para el tratamiento del Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). El fármaco principal que se utiliza con este fin es el metilfenidato, generalmente conocido como "Ritalin".
Como muchos otros, el DEA está alarmado ante el aumento desmesurado de recetas de este tipo de fármacos en los últimos años. Desde 1990, las recetas de metilfenidato han aumentado un 500 %, mientras que las recetas de anfetamina para el mismo fin han crecido un 400 %. En nuestro país, se da actualmente la circunstancia de que el 7 % de los chicos se encuentran en alguna fase de la medicación con estos fármacos y de que se ha producido un aumento del porcentaje de chicas en la misma situación.
Cuando tantos niños y niñas se ven afectados por el uso diario de estos psicofármacos tan potentes, el hecho de entender qué está pasando y por qué es de suma importancia. El DEA tiene la responsabilidad ante la nación de controlar dichos fármacos legales susceptibles de abuso y de asegurar que su utilización se limite exclusivamente a las necesidades médicas legítimas. Hemos aclarado algunas cuestiones gracias a las deliberaciones de estos últimos días y debemos hacer partícipes de las mismas al público, los padres y los responsables de la toma de decisiones.
Ante todo, permítanme afirmar que los expertos médicos concuerdan con que estos fármacos ayudan realmente al pequeño porcentaje de niños y niñas que los necesitan. Pero existen indicios contundentes de que estos fármacos se han recetado de forma excesiva en algunas zonas del país como una panacea para los problemas de conducta. Estos fármacos se han publicitado, comercializado y vendido en exceso, lo que ha producido unos beneficios anuales de unos 450 millones de dólares. Esto constituye una amenaza potencial para la salud de muchos niños y niñas y ha provocado un nuevo tipo de drogadicción y de tráfico ilegal. La información muestra que se ha producido un aumento del 1000 % en los informes sobre daños provocados por la drogadicción al metilfenidato en niños de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años. Esta cifra iguala o supera la de los informes para el mismo grupo de edad referentes a la cocaína. Las cifras que se manejan son todavía bajas, pero los expertos creen que esto es sólo "la punta del iceberg".
Me gustaría destacar especialmente el hecho de que las autoridades sanitarias creen que el TDAH es un claro problema de salud que afecta a algunos niños y niñas que pueden recibir ayuda mediante estos fármacos, siempre y cuando sean recetados tras un diagnóstico minucioso. En estos casos, los padres deberían colaborar estrechamente con sus hijos e hijas, el médico de cabecera y las autoridades escolares para asegurar la administración y el control adecuado del fármaco. Por otra parte, si se tiene en cuenta que en algunas zonas entre el 15 y el 20 % de la población infantil ha sido tratada con Ritalin o algún estimulante similar, hay buenas razones para llegar a la conclusión de que se trata de una falaz práctica médica "para salir del paso" que, sin duda, está produciendo grandes beneficios. Esto supera con creces cualquier estimación profesional de las necesidades reales.
Es necesario que los padres entiendan que estamos hablando de sustancias muy potentes, adictivas y susceptibles de abuso; una potencia que puede ser beneficiosa en la situación adecuada pero que puede ser destructiva en la situación equivocada. Ante todo, los padres deben educarse a sí mismo y proteger a sus hijos e hijas adoptando una actitud de cautela paternal y maternal adecuada. Desafortunadamente, durante los últimos años la mayor parte de la bibliografía y publicidad del fármaco ha ignorado o subestimado la potencia y el potencial de abuso del metilfenidato y el Ritalin. Esto parece haber provocado que muchos médicos receten, erróneamente, el fármaco como una solución de paso para los problemas reales de comportamiento.
Me gustaría destacar que este tipo de asuntos son de vital importancia, pero no pueden trivializarse. Existe un uso legítimo de estos fármacos, pero nos hemos convertido en el único país del mundo en el que se receta a los niños y niños una cantidad desmesurada de estimulantes que tienen prácticamente las mismas propiedades que la cocaína. Debemos encontrar un equilibrio más adecuado. Debemos controlar esta avalancha antes de que nos desborde.
Finalmente, me gustaría hacer un llamamiento a la industria farmacéutica, a los grupos de apoyo a los padres, a los investigadores y a las autoridades sanitarias para que dirijan un mensaje más preciso y correcto al público. Quiero instar a las autoridades competentes a que corten de raíz este nuevo tráfico ilegal antes de que se propague. Quiero instar además a los padres a educarse a sí mismos, a proteger a sus hijos e hijas y a inculcarles un respeto sano tanto con respecto a los efectos positivos como negativos del uso de fármacos.
Muchas gracias.
Transcripción enviada por Jim Box San Antonio, Tejas
El subrayado es del autor.
Alerta D.E.A. (Drug Enforcement Agency EE.UU) Leer el artículo original